Ríos revueltos en Sudamérica... / 22-X-2019

En época de ríos revueltos salen todos los pescadores a tratar de capturar lo suyo. Incluso los que no tienen caña o las que usan caña corta.

En Argentina, el candidato y más seguro sucesor del presidente Mauricio Macri, es el abogado y ex hombre fuerte del gobierno kirchnerista, Alberto Fernández. Peronista y Chavista confeso, mezcla explosiva que augura mal futuro y que no conforme con ello, se da gustitos de fustigar a su contendor en las próximas elecciones presidenciales mencionando el caso de Chile. Que fácil es hacer política con el culo del prójimo. 

Por fin una que ganen contra nuestro país. Luego de tanto segundo lugar en el fútbol, y más de 100 lugares de distancia en otras materias de libertad económica, progreso material y bienestar social que por décadas ha liderado nuestro país, ganar una, aunque sea causa ajena, nunca está mal.

Alberto Fernández, ex jefe de gabinete del extinto presidente Néstor Kirchner, y ex enemigo público de su actual candidata a la vicepresidencia Cristina Fernández, viuda del tuerto, como amistosamente le llamaba el presidente Mujica de Uruguay, se da el lujo de comparar la democracia chilena con el régimen tirano y dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela. 

La disyuntiva ya parece zanjada. Mauricio Macri se traicionó a si mismo
intentando solucionar la grave crisis heredada ocupando las mismas
recetas que provocaron el fracaso de Argentina. Defraudó.

Cómo si ambos sistemas, ambos regímenes fueran lo mismo.

Pregúntenle a cualquier venezolano que hoy reside en Chile y también por miles en Argentina, cuáles son las diferencias entre ambos sistemas, entre ambas Repúblicas y entre ambos gobernantes.

Un dictador aliado con las guerrillas colombianas, con el narcotráfico, que hambrea a su pueblo, que recién el año pasado tuvo más de 7 mil muertes no naturales, es decir donde tuvo participación su régimen genocida, sin prensa libre, sin empresas privadas, que asedia a su pueblo mediante cajas de alimentos, que mantiene sueldos mínimos de 7 dólares mensuales, sí señora!, sí señor!, 7 dólares mensuales, lo que no alcanza ni para el desayuno de un día, es comparado con nuestro sistema y con nuestro gobierno.

Alberto Fernández sepan ustedes, forma parte de una de las organizaciones criminales más grandes y oscuras que han existido en esta parte de latino américa. Esta nefasta organización del Frente para La Victoria, rancio Peronismo zurdo, no sólo se robó uno de los países más ricos del mundo, sino que lo dejó con tal nivel de calamidades que ni siquiera 150 mil millones de dólares que prometió inyectar el FMI han sido capaces de resolver la crisis estructural dejada por el Kirchnerismo liderado por los Fernández.

Díganme Uds. estimados auditores, si aguantarían una candidata a vicepresidente con 12 procesamientos penales y que no está en la cárcel solo porque el peronismo en el congreso es mayoría y no la han querido desaforar solo para defender su narrativa populista.

Ese es el tipo de políticos que hoy aprovechan la catarsis del pueblo de Chile y que aún viniesen peores días, esperamos salir fortalecidos.

Lo cierto es que Argentina, gane Fernández y gane Macri, ha entrado en una espiral de crisis como nunca antes vivió.

Los pagos de deuda son imposibles de servir, en tiempo y en montos.

El sistema financiero internacional dejó hace tiempo de prestarle dinero al país, y este tienen una inflación mensual del 6% con un déficit fiscal del -2% estimado para este año, lo cual se suma a un déficit primario del 4%.

Necesitarán décadas para salir de esta crisis causada por un Estado elefantiásico y una casta política corrupta, los mismos ingredientes que existen en Chile, por cierto.

Bolivia en problemas…

Bolivia se va a empezar a parecer cada día más a Macondo, el pueblo mágico que alguna vez nos mostró la letra de García Márquez.

Y esto porque de la noche a la mañana, el Presidente Evo Morales hizo aparecer miles de votos a su favor que, por supuesto le están asegurando hasta el día de hoy, la reelección hasta el año 2025, o sea 20 años en el poder.

Pero pienso que este evidente y ya declarado fraude electoral también le va a asegurar problemas políticos y sociales como nunca los ha visto.

La oposición denuncia un fraude y protesta en las calles, mientras los observadores internacionales cuestionan esta ventaja repentina del jefe del Estado.

Después de una jornada violenta el lunes, en la que manifestantes quemaron urnas y sedes electorales, la oposición, sindicatos, organizaciones empresariales y ciudadanos preparaban nuevas protestas para hoy.

En este momento las principales ciudades del país, sus sistemas de carreteras, sus sindicatos se encuentran movilizado por este violento asalto a la democracia y la buena fe de los bolivianos. El recuento rápido de actas TREP dio sorpresivamente a Morales un 46,87% de los votos y a su rival, Carlos Mesa, el 36,73%, una vez escrutado el 95,30% de los sufragios.

Según la Constitución boliviana, el ganador en primera vuelta debe obtener el 50% más uno de los votos válidos o al menos 40% de los sufragios, con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. 

El fraude cometido por Evo Morales comenzó cuando alteró el año 2009 
la propuesta constitucional de manera de permitirse postular en el siguiente 
periodo nuevamente a la presidencia. Posteriormente volvió a defraudar 
la voluntad popular que le dijo NO a su reelección. 
Hoy, al parecer, el fraude fue mayúsculo y desvergonzado.

Las protestas, legitimas y fundadas, aparecieron en distintos puntos del país. En Sucre, la capital, en Potosí, simbólica ciudad minera y sindical, enardecidos grupos de manifestantes, pasaron de los dichos a los hechos incendiando los tribunales electorales departamentales, que, en la práctica, actuaron como el brazo fraudulento del gobierno del hermano Evo. 

En La Paz, también se repitió esta escena además de enfrentamientos directos con una sobrepasada policía, mientras la oficina del partido Movimiento Al Socialismo era destruida en la ciudad de Oruro.

El trastorno que provoca el socialismo del siglo XXI es definitivamente contagioso. Mientras unos (chilenos) construyen todo un relato hablando de las bondades de un modelo fracasado, las victimas de ese fracaso (bolivianos) se alzan para no seguir la suerte de Venezuela.